domingo, 26 de febrero de 2012

El Sentir de los primeros cristianos con respecto a la Iglesia q fundo Jesus!!

Lo siguiente es un poco del sentir unánime de los Padres de la Iglesia, es decir los cristianos primitivos que vimos anteriormente en este libro, y que nos hablan acerca de la única Iglesia verdadera y la importancia de pertenecer a ella...


       "Por lo que se ha dicho, se me es claro a mí que la verdadera Iglesia, esa que es verdaderamente antigua, es una; y en ella son miembros todos aquellos quienes, de acuerdo con un pre-convenio, son justos... Igualmente, decimos que en sustancia, concepto, origen y en eminencia, la antigua e Iglesia Católica están solas, mientras recogen la unidad de la única fe lo cual resulta de alianzas familiares, - o mejor dicho, de una alianza de épocas diferentes, por el poder de DIOS y a través de nuestro Señor, - aquellos que hubieran sido escogidos, aquellos predestinados por DIOS quien sabía antes de la fundación del mundo que ellos serían justos."

San Clemente de Alejandría, Stromateis, 202 A.D.”


     "Por tanto, es la Iglesia Católica solamente, quién retiene un culto verdadero. Esta es la fuente de la verdad; ésta, el domicilio de la fe; ésta es el templo de DIOS. Quién no entre allí o quién no sale de aquí, es un extraño a la esperanza de la vida y salvación... No obstante, debido a que varios grupos de heréticos están seguros de que son Cristianos, y creen que su iglesia es la Iglesia Católica, más vale clarificar que: es en la verdadera Iglesia, donde hay confesión y penitencia, y donde se toma un saludable cuidado de los pecados y heridas a la cual está expuesta la carne débil."

Lactantius, Las Instituciones Divinas, (304.)

    "Tomemos nota que la tradición, enseñanzas, y fe de la Iglesia Católica que desde el principio el Señor proporcionó, fue predicada por los Apóstoles, y preservada por los Padres. Este fue el fundamento de la Iglesia; y si alguien se aparta de esto, éste no es, ni debe ser llamado Cristiano."

San Atanasio, Carta a Serapión de Thmuis, (359.)

    "Yo no debo creer en el Evangelio excepto por la autoridad de la Iglesia Católica." 

San Agustín de Hipona, En contra de la Carta de Mani, (397.)

      "Esta Iglesia es Sacra, la Única Iglesia, la Iglesia Verdadera, la Iglesia Católica, combatiente siempre contra toda herejía. Ella puede pelear, pero no puede ser vencida. Todas las herejías son expulsadas de ella, como las ramas inservibles son podadas de la vid. Ella se mantiene arraigada en sus raíces, en la vid, en su amor. Las puertas del infierno jamás podrán vencerla."

San Agustín de Hipona, Sermón a los Catecúmenos acerca del Credo, 6,14, (395.)

    "La fe Católica no predica lo que solíamos pensar y ser acusada inútilmente de ello."

San Agustín, Confesiones, 6,11, (400.)

    "Donde está Pedro, ahí encontramos la Iglesia.”

San Ambrosio de Milán, En Doce Salmos (381.)”

    "Un hombre cristiano es católico mientras vive en el cuerpo; separado, es un herético; El Espíritu no sigue a un miembro amputado.”

San Agustín (+430.)

    “Esta Iglesia es sagrada, la única Iglesia, la Iglesia verdadera, la Iglesia Católica, luchando como lo hace en contra de toda herejía. Ella puede luchar, pero no puede ser vencida. Todas las herejías son expulsadas de ella, como las ramas podadas de una vid. Ella se mantiene arraigada a sus raíces, en su vid, en su amor. Las puertas del infierno no pueden prevalecer contra ella."     

San Agustín de Hipona... Sermón a los Catecúmenos, en el Credo, 6:14, Jurgens 1535, (395.)

    "La Iglesia es Católica porque está esparcida por todo el mundo; enseña en plenitud toda la doctrina que los hombres deben conocer; trae a todos los hombres a la obediencia religiosa; es la cura universal para el pecado y posee todas las virtudes."

San Cirilo de Jerusalén (Catechesis 18:23.)

    "La Iglesia instituida por el Señor y confirmada por los Apóstoles, es una para todos los hombres; pero las ideas disparatadas de las diversas sectas profanas la han separado de ellos. No se puede negar que este desgarramiento de la fe ha surgido debido a la poca inteligencia, de los que tuercen lo que leen para que sea conforme a su propia opinión, en vez de ajustar su opinión al verdadero sentido de lo que leen. No obstante, mientras algunos pelean entre sí, La Iglesia se mantiene firme no solamente por sus doctrinas, pero por las de sus adversarios.

     Y a pesar de que todos se han unido contra Ella, ella refuta el error más malvado que todos ellos comparten, por el hecho que ella es única y Una. Todos los heréticos, por tanto, se unen en contra de la Iglesia; pero a pesar de que los heréticos se pueden superar entre sí, no pueden ganarse nada para ellos mismos. Porque su victoria es el triunfo de la Iglesia sobre ellos. Una herejía lucha contra una doctrina diferente, que la creencia de la Iglesia ha condenado en la otra herejía, - por que no hay nada que los heréticos tienen o creen entre sí, y el resultado es que ellos afirman nuestra fe mientras se pelean entre si.”

San Hilario de Poitiers... La Trinidad, 7:4, Jurgens 865, (356.)

    “Debido a las repentinas y repetidas calamidades e infortunios que nos han caído, creemos que hemos sido algo tardíos en volver nuestra atención a los asuntos que se disputan entre ustedes; amadísimos, especialmente esa abominable e impía sedición, totalmente aberrante y extraña a los elegidos deDIOS. La cual ha inflamado unas pocas desconsideradas y voluntariosas personas, llegando a tal punto, que el venerable e ilustre nombre de ustedes, digno de ser amado por todos los hombres, ha sido altamente difamado.”    

San Clemente de Roma, el cuarto Obispo de Roma (88 – 97 D.C), Carta a los Corintios, 97 D.C.

    “No se equivoquen, hermanos míos; si alguno sigue a uno que hace un cisma en la Iglesia, no heredará el Reino de Dios.”

S. Ignacio de Antioquia, epístola a los Filadelfios, Cáp. III, 105 D. C.

     “Por lo tanto es inevitable que, los herejes antes mencionados, como están ciegos a la verdad, vayan por caminos diferentes y extraviados, y por esto los vestigios de sus doctrinas están todos diseminados sin acuerdo ni conexión.”

San Ireneo... Contra las Herejías, 5, 20, 1, J257, 180 D. C.

    “No tengo suficiente tiempo en el día para mencionar los nombres de todas las diferente sectas de los herejes.”   

San Ambrosio de Milán. El Misterio de la Encarnación de Señor, 5, 35,382 D. C.

    “Los herejes se condenan por sí mismos, ya que ellos por su propia escogencia se retiran de la Iglesia, un retiro con el cual, como están conscientes de ello, constituye la condenación.” 

San Jerónimo, Comentarios sobre la Epístola a Tito, 3, 10, j1371a, 386 D. C.

     “Hagamos notar que cada Tradición y fe de la Iglesia Católica, que nos dio el Señor, desde el comienzo, fueron predicadas por los apóstoles y fueron preservadas por los Padres. Sobre esto se fundo la Iglesia católica, que nos dio el Señor, desde el comienzo, fueron predicadas por los apóstoles y fueron preservadas por los Padres. Sobre esto se fundó la Iglesia; y si alguien se aparta de ello, en adelante ni es ni debe continuar siendo llamado cristiano.”

San Atanasio... Carta a Serapio, 359 D. C.

     “Por lo tanto, sólo la Iglesia Católica mantiene la verdadera adoración. Esta es la fuente de la verdad, el domicilio de la fe, el templo de DIOS.  Todo aquel que no entre en ella y que no salga de aquí, es un extraño a la esperanza de la vida y la salvación... Porque, aunque,  todos  los diferentes grupos de herejes están confiados en que ellos son los Cristianos,  y  piensan  que  la de ellos es la Iglesia Católica, que se  sepa:  que la verdadera Iglesia, es  aquella en la que  hay confesión y penitencia, y la que  toma un cuidado  integral de los pecados y las heridas  a los cuales está sujeta la  débil carne.

 Lactancio... Las Instituciones Divinas, 304 D. C.

“Es un final muy triste para aquellos que atacan la Iglesia Católica"  

San Roberto Belarminio 1542-1621.

     Al hablar ahora con más precisión de la Iglesia fundada por Cristo quiero hacer una advertencia que parece no ha sido entendida en su justa medida o prefiere ignorarse para no verse de frente con la verdad…

     "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad" (Mat.7:21-23.) 

     ¿A que maldad se podía referir Cristo mismo para personas que dicen haber trabajado en pos de su reino? Pues está muy claro…. A todos los que lo hicieron con premeditación y alevosía y con esto dividieron el rebaño único de Jesús. ¿Y a que voluntad se estaba refiriendo Cristo en ese momento? A la que había dejado en manos de su Iglesia, en sus apóstoles y sucesores, ya que como nos dice en su palabra en  Jn 17,21“Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.

     Y esto lo podríamos cumplir si nos acogemos a la Iglesia verdadera y leamos la importancia de la misma. I Tim. 3,15:

     “Pero si tardo, para que sepas como hay que portarse en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad.”

Por Que no hablan de algunas de la iglesias protestantes, de las q hoy vemos en todos lados. Por Que no se menciona en esos escritos iglesias evangélicas q hoy tenemos metidas hasta las narices en cada sector de nuestros países?

Porque no existían!!! 

Porque las invento el pecado y el deseo del hombre de ser como Dios. Apenas nacen esos grupos religiosos, para el siglo 16 y los evangélicos apenas tienen 100 años q fueron creado por alguien q no fue Jesucristo!!!

No nos dejemos enganar por falsos profetas y de seudo iglesias inventadas por el hombre, unamonos a Cristo y su unica Iglesia fundada por El, su Iglesia Católica. 


Bendiciones del cielo para ti!


Que dice Jesus sobre su unica Iglesia?

Que dice Jesus sobre su unica Iglesia?

“Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra, y presentándosela resplandeciente a sí mismo, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada” (Efesios 5,25-27) 

Pablo habla de “la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre” (Hechos 20, 28).

Y San Pablo les dirá a los de Corinto: “Estoy celoso de ustedes con celos de Dios, pues los tengo desposados con un solo esposo para presentarlos como virgen casta a Cristo” (1Corintios 11,2).

El Apocalipsis no puede ser más explícito, cuando nos invita con entusiasmo: “¡Alegrémonos, y regocijémonos y démosle gloria! Porque ha llegado la boda del Cordero, y su Esposa se ha engalanado con lino de blancura deslumbrante”. Y nos repite después: “Ven, que te voy a enseñar a la Novia, a la Esposa del Cordero” (Apocalipsis 19,8; 21,0).

Pero, ciertamente, eso de Pablo, que “Jesucristo se presenta a sí mismo una Iglesia resplandeciente, sin mancha ni arruga ni cosa parecida, sino toda santa e inmaculada” (Efesios 5,27), no se dará sino al final, cuando todos los elegidos se vean purificados totalmente, y tomen posesión de la morada definitiva de la Esposa, la Jerusalén celestial, “en la cual no entrará nada profano, porque será sólo para los inscritos en el libro de la vida del Cordero” (Apocalipsis 21,27).

¿Qué hace ahora la Iglesia de la tierra? Suspirar continuamente por la unión con su Esposo Jesucristo, que le dice: “¡Sí, vengo pronto!”, y al cual la Esposa enamorada le responde a impulsos del Espíritu Santo: “¡Ven, Señor Jesús!” (Apocalipsis 22, 20). 

Jesucristo y la Iglesia: no pueden vivir el uno sin el otro. 

La Iglesia es creación de Dios, construcción de Cristo, animada y habitada por el Espíritu Santo (1 Cor. 3,16 y Ef. 2, 22).

La Iglesia está confiada a los hombres, apóstoles «escogidos por Jesús bajo la acción del Espíritu Santo (Hch. 1, 2). Y los apóstoles confiaron la Iglesia a sus sucesores que, por imposición de las manos, recibieron el carisma de gobernar (1 Tim. 4, 14 y 2 Tim. 1, 6).

La Iglesia guiada por el Espíritu Santo (Jn. 16, 13) es «columna y fundamento de la verdad» (1 Tim. 3, 15), capaz de guardar el depósito de las «sanas palabras recibidas» (2 Tim. 1, 13). Es decir, de explicarlo sin error. 

La Iglesia es constituida como Cuerpo de Cristo por medio del Evangelio (Ef. 3-10), nacida de un solo bautismo (Ef. 4, 5), alimentada con un solo pan (1 Cor. 10, 17), reunida en un solo Pueblo de hijos de un mismo Dios y Padre (Gál. 3, 28). 

La Ley de la Iglesia es el «mandamiento Nuevo: amar como el mismo Cristo nos amó» (Jn 13, 34). Esta es la ley «nueva» del Espíritu Santo y la misión de la Iglesia es ser la sal de la tierra y luz del mundo (Mt. 5, 13).

Después de esta breve reflexión bíblica acerca de la Iglesia de Cristo, no puedo comprender cómo un cristiano puede decir: «Creo en Jesucristo, pero no en la Iglesia». Esta manera de hablar es simplemente mutilar el Mensaje de Cristo y refleja una gran ignorancia de la verdadera Fe cristiana. 

La Iglesia es la continuación de Cristo en el mundo. En ella se da la plenitud de los medios de salvación, entregados por Jesucristo a los hombres, mediante los apóstoles. La Iglesia de Cristo es «la base y pilar de la verdad» (1 Ti. 3, 15); es el lugar donde se manifiesta la acción de Dios, en los signos sacramentales, para la llegada de su Reino a este mundo. 

Así que aceptar a Cristo significa aceptar su Iglesia. El «Cristo total» es Cristo y la Iglesia. No se puede aceptar a Cristo y rechazar su Iglesia. Dijo Jesús a sus Apóstoles y discípulos: «El que a ustedes recibe, a Mí me recibe. Y el que me recibe a Mí, recibe al que me ha enviado. Como el Padre me envió a Mí, así Yo los envío a ustedes». 

La verdadera Iglesia de Jesús se reconoce en la Iglesia Católica a la que nosotros tenemos la dicha de pertenecer. Cierto que la Iglesia es a la vez santa y pecadora, porque está formada por seres humanos, pero es la única que entronca y conecta con los Apóstoles y con Cristo. A nosotros corresponde crecer día a día en santidad para que brille en ella el rostro de la verdadera Iglesia de Cristo. Y, siendo esto así, cometería un grave error quien la desconociera. Así que no más cristianos «a mi manera», sino a la manera que Cristo dispuso. Y Cristo quiso salvarnos en su Iglesia que es Una, Santa, Católica, y Apostólica. 

Jesus te ama, buscale en esta cuaresma y vive ese amor en su Iglesia Católica!!!!